Vamos a resumir la salida del grupo de este domingo, todavía con un solecito muy rico y una temperatura de lo más agradable.
A la hora nueva ya del mes de octubre (9:30) nos juntamos en Sta. Bárbara los siguientes compañeros: Félix, Pedro, Arturo, Rafa, Manolo, Alfredo Melgar, Laserna, Javi, Iván, Ángel Delgado, Pedro del grupo de Burguillos y Jose.
Tras un breve debate, Javi propone ir a carreteras menos habituales y como el viento no iba a molestar pues se acepta su propuesta y a una velocidad supersónica nos ponemos en marcha dirección polígono.
Yo no sé porqué pero a estas alturas a mi me parece que vamos muy deprisa, por lo que hago todo lo que puedo en los fondos del pelotón, lugar que no abandonaré en toda la ruta y que es mi sitio habitual en las últimas salidas; si no voy el último, voy el penúltimo. Aquí algún gracioso dirá que voy como todo el año pero yo creo que exagera un poquito.
Total, que con un ritmo que yo calificaría como majete pero que permite hablar con los compañeros, pasamos Mocejón para dirigirnos a la mierda de repecho de Olías. Aquí se nota que estamos con la temporada casi concluída porque se sube muuuuuy tranquilo; bueno, unos más que otros. Yo me quedo con Pedro para acompañarle, aunque me da la impresión que no es que no pudiese sino que no quería, porque no paraba de hablar. Apúntalo Pedro, tus amigos se olvidaron de ti, menos yo, que me quedé contigo.
Una vez reagrupados tras la subida, pasamos Olías, Bargas y cogemos dirección Arcicollar. Seguimos a buen ritmo (por lo despacio) y sin nada más destacable que un pinchazo de Javi, que arregla con la ayuda de todos nosotros (él quitó la rueda, él cambió la cámara, él dio aire y nosotros mirábamos y animábamos) llegamos a la parada habitual de la cruz. Tras una breve parada, Pedro y Félix hacen el kakaká y se dan media vuelta. Caguetas, así no conseguireis nada.
El resto de valientes continua a Fuensalida, donde hacemos la parada en la gasolinera de siempre, comemos, bebemos y hacemos las fotitos del día. Espero que los 5 euros de Laserna apareciesen por cualquier sitio cuando llegó a casa, eso si, a mi no me los des.
Después del descanso, otra vez a las bicicletas. Laserna, Iván y yo nos quedamos un poco retrasados y se nos va el grupo. A la salida del pueblo aceleramos un poco para cogerlos porque iban ahí al lado; como no los cogemos, aceleramos más pero nada (aquí ya iba Javi con nosotros); aceleramos más y vemos que es Manolo el que va en cabeza de pelotón. Aquí doy una voz a mi archirrival Laserna y le digo que pare, que no hay necesidad ni de darse un sofocón ni de ir tan deprisa. Y eso hacemos, aflojamos pero manteniendo un buen ritmo, ya pararán los cagaprisas o no pero nada de sofocos a estas alturas.
Como era de esperar, al rato paran y nos podemos reagrupar. Por poco tiempo eso si, porque llegamos al col de la Venta del Hoyo.
Yo por mi parte, ya al llegar al puente donde comienza la subida, quito el plato grande y pongo el 38 para subir tranquilamente. Laserna, Iván, Javi y Arturo deciden lo mismo que yo y subimos agrupados, a ritmo y sin aceleraciones. De lo que pasó por delante no puedo decir nada porque no lo vi. Se fueron los galgos y atrás quedamos los podencos. Si alguien quiere contar lo que pasó, ahí están los comentarios.
Tras la bajada, los galgos nos están esperando y por mi parte se acaba la crónica porque yo me voy al poli, los bargueños se van a su pueblo y unos cuantos se van a subir la ronda suroeste.
Y eso fue todo. El próximo domingo mas.
Este último párrafo va a dedicado a los defensores de cierto ciclista murciano especialista en cagadas. Cagada el domingo en el Mundial y nueva cagada ayer en el Giro de Lombardia. No puedes pretender ganar sin moverte en todo el día, que tus rivales te lleven hasta la meta para luego ganarlos en el sprint.
Y aquí me lloverán los palos.